Ciudad Maldita - Стругацкие Аркадий и Борис (бесплатные книги онлайн без регистрации TXT) 📗
El carreton se detuvo de repente.
—No es posible —dijo el tio Yura, girando todo el cuerpo—. Eso, hay que... —Busco entre los sacos que yacian en el carreton, saco una garrafa, le quito el tapon con los dientes, lo escupio a un lado y se puso a beber a morro. Despues, le paso la garrafa a Stas y se seco los labios—. Os dedicais a exterminar... El Experimento... Esta bien. —Saco del bolsillo un periodico doblado, arranco una esquina con cuidado y busco el tabaco—. Actuais sin paliativos. ?A lo bestia! ?Muy a lo bestia!
Stas le paso la garrafa a Andrei, que la rechazo con un gesto. Selma la tomo, bebio dos tragos y se la devolvio a Stas. Todos guardaron silencio. El tio Yura fumaba uno de sus enormes cigarrillos, emitiendo un grunido gutural como el de un perro corpulento. Despues se volvio y empuno de nuevo las riendas.
Solo faltaba una manzana para llegar al callejon de la Letrina cuando de nuevo la niebla que tenian delante se lleno de luz y comenzo a oirse el sonido desacompasado de multiples voces. En el cruce, en el centro de la calle, bajo la luz de enormes proyectores, habia una gran multitud que se agitaba, zumbaba y gritaba. Era imposible seguir adelante.
—Parece un mitin —dijo el tio Yura, volviendose.
—Es lo normal —asintio Stas con tristeza—. Si ya se dedican a fusilar, quiere decir que hacen mitines... ?No hay manera de seguir adelante?
—Aguarda, hermanito, ?y para que queremos seguir adelante? —dijo el tio Yura—. Hay que oir que dice la gente. Quiza digan algo sobre el sol. Mira, aqui hay muchos de los nuestros.
El zumbido de las voces desaparecio.
—Y repito de nuevo —decia una voz gutural y furiosa, amplificada por los microfonos—: sin cuartel. ?Limpiaremos la Ciudad! ?De basura! ?De fango! ?De holgazanes de toda clase! ?Los ladrones, a la horca!
—?Aaaa! —rugio la multitud.
—?Los corruptos, a la horca!
—?Aaaa!
—?Los que vayan contra el pueblo, a la horca!
—?Aaaa!
Andrei ya podia ver claramente al orador. En el centro mismo de la multitud sobresalia el lateral remachado de un vehiculo militar, al que se agarraba con ambas manos el ex suboficial de la Wehrmacht y actual dirigente del Partido del Renacimiento Radical Friedrich Geiger, iluminado por la luz azulada del proyector. Se balanceaba, adelante y atras, con el largo torso vestido de negro, y gritaba con la boca abierta.
—?Y eso sera unicamente el comienzo! ?Estableceremos en nuestra ciudad un orden autenticamente popular, autenticamente humano! ?No tenemos nada que ver con ningun tipo de Experimentos! ?No somos conejillos de Indias! ?No somos conejos! ?Somos personas! ?Nuestras armas son el raciocinio y la conciencia! ?No permitiremos que nadie disponga de nuestro destino! ?Nosotros mismos dispondremos de nuestro destino! ?El destino del pueblo esta en manos del pueblo! ?El destino de las personas esta en manos de las personas! ?El pueblo me ha confiado su destino! ?Sus derechos! ?Su futuro! ?Y yo juro que sere digno de esa confianza!
—?Aaaa!
—?Sere implacable! ?En nombre del pueblo! ?Sere cruel! ?En nombre del pueblo! ?No permitire ningun enfrentamiento! ?Basta ya de luchas intestinas! ?No habra comunistas! ?No habra socialistas! ?No habra capitalistas! ?No habra fascistas! ?Basta de pelear unos contra otros! ?Luchemos los unos por los otros!
—?Aaaa!
—?No habra partidos! ?No habra nacionalidades! ?No habra clases! ?Todo el que promueva la division, a la horca! ?Si los pobres continuan peleando contra los ricos! ?Si los comunistas continuan peleando contra los capitalistas! ?Si los negros continuan peleando contra los blancos! ?Nos aplastaran! ?Nos aniquilaran! ?Pero si nosotros marchamos hombro con hombro! ?Con las armas en la mano! ?O con las herramientas! ?O los arados! ?Entonces no habra fuerza alguna que pueda aplastarnos! ?Nuestra arma es la unidad! ?Nuestra arma es la verdad! ?Por dura que sea! ?Si, nos han metido en una trampa! ?Pero juro por Dios que la fiera es demasiado grande para esa trampa!
—?Aaa! —estuvo a punto de gritar la multitud, pero la sorpresa la hizo callar.
El sol se encendio.
El sol se encendio por primera vez en doce dias. Su disco dorado comenzo a arder en el lugar acostumbrado, cegando y quemando los rostros grises y descoloridos, lanzando destellos insoportables por los cristales de las ventanas, dando vida y calcinando millones de colores, desde las columnas de humo negro en las azoteas mas lejanas hasta el verde marchito de los arboles y el rojo ladrillo de las paredes sin revoque.
La multitud solto un rugido impresionante, y Andrei rugio junto con los demas. Ocurria algo inaudito. Lanzaban los gorros al aire, la gente se abrazaba, lloraban unos, otros disparaban al aire; alguien, presa de una loca alegria, comenzo a lanzar ladrillos contra los proyectores, mientras Fritz Geiger se erguia sobre todo aquello como si fuera Dios despues de decir «Hagase la luz», senalando con su largo brazo negro hacia el sol, con los ojos muy abiertos y la barbilla, orgullosa, apuntando hacia arriba. Al momento, su voz volvio a reinar sobre la multitud.
—?Lo veis? ?Ya se han asustado! ?Ya tiemblan ante vosotros! ?Ante nosotros! ?Pero es tarde, senores! ?Es tarde! ?Quieren volver a cerrar la trampa? ?Pero la gente ha escapado de ella! ?No habra clemencia para los enemigos de la humanidad! ?Para los especuladores! ?Para los holgazanes y parasitos! ?Para los que malversan los bienes del pueblo! ?El sol esta de nuevo con nosotros! ?Lo hemos arrancado de sus garras siniestras! ?De los enemigos de la humanidad! ?Y nunca mas! ?Lo entregaremos! ?Nunca mas! ?A nadie...!
—?Aaaa!
Andrei volvio en si, Stas no estaba en el carreton. El tio Yura, con las piernas separadas, estaba de pie en el pescante sacudiendo la ametralladora, y gritando ferozmente, a juzgar por su nuca enrojecida, Selma lloraba, mientras le daba punetazos a Andrei en la espalda.
«Muy habil —penso Andrei, friamente—. Sera peor para nosotros. ?Y que hago aqui sentado? Deberia huir, y sigo aqui» Sobreponiendose al dolor en el costado, se levanto y de un salto bajo del carreton. A su alrededor, la multitud rugia y se agitaba. Andrei echo a andar, acortando camino. En un primer momento intento protegerse con los codos, pero en aquel desorden era imposible. Cubierto de sudor frio a causa del dolor y la nausea incipiente, empujo, pisoteo, avanzo, embistio incluso y finalmente logro llegar al callejon de la Letrina. Pero la voz de Geiger lo acompano, atronadora, durante todo el recorrido.
—?El odio! ?El odio nos guiara! ?Basta de falso amor! ?Basta de besos de Judas! ?Basta de traidores a la humanidad! ?Yo mismo dare ejemplo de odio sagrado! ?Hice estallar un blindado de los sanguinarios gendarmes! ?Delante de vuestros ojos! ?Di la orden de colgar a ladrones y gangsteres! ?Delante de vuestros ojos! ?Con escobas de hierro barrere de nuestra ciudad la basura y las sabandijas no humanas! ?Delante de vuestros ojos! ?No tuve lastima de mi mismo! ?Y me gane el derecho sagrado a no tener lastima de otros!