Ciudad Maldita - Стругацкие Аркадий и Борис (бесплатные книги онлайн без регистрации TXT) 📗
Examino aquellas filas distraido y con expresion condescendiente. Estaban alli sentados, en silencio, a ambos lados de la mesa, con sus rostros atentos vueltos hacia el, de piedra, de hierro, de cobre, de oro, de bronce, de yeso, de jade... todos los tipos de rostros que suelen tener. Por ejemplo, de plata. O, digamos, de malaquita... Sus ojos ciegos eran desagradables, y en general, que podia ser agradable en aquellos torsos enormes, cuyas rodillas asomaban uno o dos metros por encima de la mesa. Al menos estaban en silencio, no se movian. En ese momento cualquier movimiento resultaria insoportable. Andrei percibia con placer, con lujuria incluso, como transcurrian los ultimos momentos de una pausa maravillosamente pensada.
—?Y cual es la regla? ?En que consiste? ?Donde reside su esencia sustantiva, inmanente solo a ella entre todos los predicados posibles? Aqui, me temo que tendre que decir cosas no muy habituales y ni siquiera gratas para vuestros oidos... ?La grandeza! ?Ah, cuanto se ha dicho sobre eso, cuantas obras de arte, pictoricas, de danza o vocales, han sido creadas al respecto! ?Que seria el genero humano sin la categoria de la grandeza? Una banda de simios desnudos, en comparacion con los cuales hasta el soldado Chnoupek nos pareceria el resultado de una elevada civilizacion. ?No es verdad? Cada Chnoupek por separado no tiene la medida de las cosas. La naturaleza solo le ha ensenado a digerir y multiplicarse. Cualquier otro acto del mencionado Chnoupek no puede ser valorado por el mismo como bueno o malo, como necesario o innecesario, como vano o danino, y precisamente a causa de ese estado de cosas, todo Chnoupek por separado, en las mismas condiciones, termina tarde o temprano ante un tribunal de campana, que es el que decide que le ocurrira en el futuro... De esa manera, la ausencia de un juicio interno es invariable, y yo diria que esta fatalmente compensada por la presencia de un tribunal externo, por ejemplo, el de campana... Sin embargo, senores, una sociedad compuesta por los Chnoupek y, sin la menor duda, por las Lagartas, sencillamente no puede prestar tanta atencion al juicio externo, no importa si se trata del juicio de un tribunal de campana o de un jurado, del juicio secreto de la inquisicion o de un linchamiento, del juicio de Temis o del juicio de Dios... Y no menciono siquiera al juicio de sus pares ni cosas semejantes. Habria que encontrar una manera de organizar el caos formado por los organos sexuales y digestivos, tanto de los Chnoupek como de las Lagartas, una variante tal de ese desorden universal para que al menos una parte de las funciones de ese juicio externo se trasladara al juicio interno. ?Es precisamente en ese momento cuando la categoria de la grandeza se hace util y necesaria! Y todo consiste, senores, en que dentro de la enorme y amorfa multitud de los Chnoupek, en la gigantesca y aun mas amorfa multitud de las Lagartas, de vez en cuando aparecen personalidades para las cuales el sentido de la vida no se reduce solo a las funciones sexuales y digestivas. Si lo prefieren, surge una tercera necesidad. A ese individuo no le basta con digerir y disfrutar de los encantos de otra persona. Quiere, ademas, crear algo que no haya existido antes de el. Por ejemplo, una estructura jerarquica. Dibujar un bisonte en la pared. Con huevos. O inventar el mito de Afrodita. Cual es la punetera causa de ese deseo, no la sabe. Y, en realidad, para que necesita un Chnoupek esa Afrodita o ese bisonte. Con huevos. Existen hipotesis, por supuesto, ?y varias! El bisonte, de cualquier forma, significa mucha, muchisima carne. Y de Afrodita no quiero ni hablar... Por cierto, si hablamos con toda honestidad y sinceridad, para nuestra ciencia materialista, el origen de esta tercera necesidad por ahora sigue siendo un enigma. Pero en el presente eso no debe interesarnos. En el presente, amigos, ?que es lo que mas nos importa? Que en esa multitud gris surja de repente, que desgracia, un individuo que no se satisfaga solo con las gachas de avena y la guarra Lagarta cuyas piernas estan llenas de granos, un individuo que no se satisfaga con el realismo al alcance de todos, sino que comience a idealizar, a abstraerse, que cerdo, que comience mentalmente a transformar las gachas de avena en un jugoso bisonte al ajillo, y a la Lagarta en una hembra exhuberante, de buena grupa y recien banada, que sale del oceano. Del agua. ?Madre mia! ?Un individuo como ese no tiene precio! A un hombre como ese hay que ponerlo en un puesto elevado, y llevarle batallones de Chnoupeks y Lagartas para que aprendan, parasitos, a entender cual es su lugar. Vosotros, harapientos, ?podeis hacer lo que el? Tu, piojoso pelirrojo, ?puedes dibujar una chuleta de tal modo que a uno le entren deseos de comersela? ?O, al menos puedes inventar un chiste verde? ?No puedes? Entonces, so mierda, ?como se te ocurre compararte con el? ?Vete a labrar la tierra! ?Vete a pescar, a vender conchas!
Andrei se aparto de la mesa y, frotandose las manos con ardor, volvio a caminar de un lado a otro. Todo aquello le salia muy bien. ?Magnifico! Y sin necesidad de disertacion alguna. Todos aquellos descerebrados lo escuchaban, conteniendo el aliento. Ni uno de ellos se movia... «Es que yo soy asi. Claro que no soy como Katzman, yo paso mas tiempo callado, pero si me acosan, si me preguntan... Es verdad que en aquel extremo invisible de la mesa parece que hay alguien que quiere hablar. Un judio, quiza Katzman que ha logrado entrar. Bueno, veremos quien convence a quien.»
—Tenemos entonces que la grandeza, como categoria, surgio a partir de la creacion, ya que solo es grande quien crea, quien da origen a lo nuevo, a lo que no ha existido. Pero preguntemonos, senores mios, entonces ?quien les va a restregar el hocico en la mierda? ?Quien les dira; animalito, donde pretendes meterte? ?Quien se convertira en sacerdote del creador? Y no temo esa palabra. Pues sera aquel, senores mios, que no sea capaz de dibujar la ya mencionada chuleta, y tampoco a Afrodita, pero que tampoco quiere comerciar con conchas, sera el creador-organizador, el creador que los pone a todos en fila, el creador que exige dones y que despues los distribuye... Y aqui estamos ya ante el problema relativo al papel de dios y del diablo en la historia. Ante un problema, digamoslo con sinceridad, complejo, enredadisimo, ante un problema en el que, de acuerdo con nuestro punto de vista, todos mienten... Pues hasta un bebe incredulo tiene claro que Dios es una buena persona, y el diablo, por el contrario, mala. ?Pero, senores, eso es el delirio de un macho cabrio! ?Que sabemos en realidad sobre ellos? Que Dios tomo el caos en sus manos y lo organizo, mientras que el diablo, a su vez, intenta en todo momento destruir esa organizacion, hacerla regresar al caos. ?No es verdad? Pero, por otra parte, toda la historia nos ensena que el hombre, como personalidad individual, tiende precisamente al caos. Quiere ser independiente. Quiere hacer solo aquello que desea. Se pasa todo el tiempo proclamando que el, por naturaleza, es libre. No tenemos que buscar mucho para hallar ejemplos, tomemos de nuevo al famoso Chnoupek. Espero que comprendan hacia donde me dirijo. Porque les pregunto: ?a que se han dedicado los tiranos mas feroces a lo largo de la historia? Precisamente, han intentado que el caos antes mencionado, propio del ser humano, esa amorfa cualidad caotica de los Chnoupek y las Lagartas, se organizara de manera conveniente, se formulara, se estructurara, preferiblemente en una fila, se concentrara en un punto y el crearia su contrapunto. O, en palabras mas sencillas, los eliminaria. Y, por cierto, como regla general lo conseguian. Aunque, hay que decirlo, solo durante corto tiempo y solo con un gran derramamiento de sangre. Pues ahora les pregunto: ?quien es el bueno en realidad? ?El que intenta realizar el caos considerandolo libertad, igualdad y fraternidad, o el que pretende reducir esa cualidad de los Chnoupek y las Lagartas (lease entropia social) al minimo? ?Quien? ?Pues esa es la cuestion!