Las aventuras de Huckleberry Finn - Твен Марк (читать книги онлайн бесплатно полные версии TXT) 📗
Eso fue lo que hice. Pero no me sentia muy contento.
La tia Sally se convirtio en una de las personas que menos comprendia nada que yo haya visto en mi vida, salvo una, y ese fue el tio Silas, cuando vino y se lo contaron todo. Podria decirse que fue como si se emborrachase, y todo el resto del dia se paso sin comprender nada. Aquella noche predico un sermon en la reunion de la iglesia que le dio una reputacion fenomena, porque no lo habria entendido ni la persona mas vieja del mundo. Asi que la tia Polly le dijo a todo el mundo quien era yo, y tuve que confesar que estaba en una situacion tan mala que cuando la senora Phelps me tomo por Tom Sawyer… —y entonces ella intervino y dijo: «Vamos, vamos, llamame tia Sally, ya estoy acostumbrada y no hay por que cambiar las cosas»—, que cuando la tia Sally me tomo por Tom Sawyer tuve que aceptarlo, porque no podia hacer otra cosa, y yo sabia que a Tom no le importaria, al contrario, le encantaria por tratarse de un misterio y lo convertiria todo en una aventura y se quedaria contentisimo. Asi salieron las cosas, y el hizo como que era Sid y me las facilito todo lo que pudo.
Su tia Polly dijo que Tom tenia razon en lo que habia dicho de que la vieja senorita Watson habia declarado libre a Jim en su testamento, asi que, claro, Tom Sawyer se habia metido en todo aquel lio y toda aquella aventura para liberar a un negro que ya era libre, y por eso yo no lograba entender hasta aquel momento y aquella conversacion como podia Tom ayudar alguien a poner en libertad a un negro con la forma en que lo habian educado a el.
Bueno, la tia Polly dijo que cuando la tia Sally le escribio que Tom y Sid habian llegado sanos y salvos se habia dicho: «?Vaya vaya! Era de esperar, por haber dejado que se marchara solo sin nadie que lo vigilase. Asi que ahora tengo que ponerme a recorrer todo el rio abajo, mil cien millas, y averiguar en que esta metido el muchacho esta vez, porque no habia modo de que tu me contestaras».
—Pero si aqui no llegaban noticias tuyas —va y dice la tia Sally.
—?Vaya, que raro! Pero si te he escrito dos veces para preguntarte a que te referias al decir que habia llegado Sid.
—Bueno, hermana, pero nunca me llegaron.
La tia Polly se dio la vuelta muy lenta y severa, y va y dice:
—?Tu, Tom!
—Bueno… ?que? —contesta el, como enfadado.
—No me vengas preguntando que, insolente; dame esas cartas.
—?Que cartas?
—Esas cartas. Te aseguro que si tengo que echarte mano, te voy a…
—Estan en el baul. Ya esta dicho. Y estan igual que estaban cuando me las dieron en correos. No las he visto. No las he tocado. Pero sabia que iban a crear problemas y pense que no te corrian prisa y que…
—Bueno, te mereces una paliza, de eso no hay duda. Te escribi otra para decirte que iba a venir, y supongo que… —No, llego ayer; todavia no la he leido, pero llego bien, esa la tengo yo.
Yo hubiera apostado dos dolares a que no, pero calcule que quiza era mas seguro no apostar. Asi que no dije nada.
Capitulo ultimo
La primera vez que pude ver a Tom a solas le pregunte en que habia pensado cuando lo de la evasion, que pensaba hacer si la evasion salia bien y lograba poner en libertad al negro que ya antes era libre. Respondio que lo que habia planeado desde un principio, si lograbamos sacar a Jim y ponerlo a salvo, era seguir con el por el rio en la balsa y tener montones de aventuras alli, y despues decirle que era libre y llevarlo de vuelta a casa en un barco de vapor, bien fino, y pagarle por todo el tiempo que habia perdido y escribir por adelantado para que todos los negros fueran a recibirlo y a llevarlo bailando al pueblo con una procesion de antorchas y una banda de musica. Entonces seria un heroe y nosotros tambien. Pero yo calcule que ya estaba bien tal como estaban las cosas.
No tardamos nada en quitarle las cadenas a Jim, y cuando la tia Polly, el tio Silas y la tia Sally se enteraron de lo bien que habia ayudado al medico a cuidar de Tom, le hicieron muchas zalemas y lo mimaron mucho y le dieron de comer todo lo que queria para que lo pasara bien y no tuviese que hacer nada. Le hicimos subir al cuarto del enfermo, donde estuvimos charlando mucho tiempo, y Tom le dio a Jim cuarenta dolares por haber hecho de prisionero con nosotros con tanta paciencia y haberlo hecho todo tan bien, y Jim casi se murio de contento y se puso a gritar:
—Vaya, Huck, ?que te decia? ?Lo que te dije en la isla de Jackson? Te dije que tengo muchos pelos en el pecho y que eso es una buena senal, y te dije que habia sido rico una vez y que iba a volver a ser rico otra vez, y ahora se ha cumplido, ?miralo! ?Te enteras? No me digas que no: las senales son senales y no lo olvides; ?yo sabia que iba a volver a ser rico, tan seguro como que el sol sale por el Este!
Despues Tom se puso a hablar y hablar y dijo que una de aquellas noches nos podiamos escapar los tres y reunir una banda en busca de aventuras estupendas entre los indios, en su territorio, durante dos semanas o tres. Yo dije que muy bien, que me iba perfectamente, pero no tenia dinero para comprarme la ropa y calculaba que no me lo iban a mandar de casa, porque probablemente padre ya habria vuelto y el juez Thatcher se lo habria dado todo y el se lo habria bebido.
—No, nada de eso —y va y dice Tom—; ahi sigue todito: seis mil dolares y mas; tu padre no volvio nunca. Por lo menos hasta que me vine yo aqui.
Jim dijo, como muy solemne:
—No va a volver mas, Huck.
Y yo voy y digo:
—?Por que, Jim?
—No importa por que, Huck, pero no va a volver mas.
Pero yo insisti, asi que al final el va y dice:
—?No te acuerdas de aquella casa que estaba flotando rio abajo y habia dentro un hombre, todo tapado, y yo entre y lo destape y no te deje que pasaras? Bueno, pues ya puedes pedir tu dinero cuando quieras, porque era el. Tom ya esta casi bien y lleva la bala colgada al cuello con una caja de reloj, y siempre mira que hora es, asi que ya no hay nada mas que escribir. Yo me alegro cantidad, porque si hubiera sabido lo dificil que era escribir un libro, no me habria puesto a ello, y no pienso volver a hacerlo. Pero calculo que tengo que marcharme al territorio antes que naide, porque la tia Sally va a adoptarme y a cevilizarme, y no lo aguanto. Ya se lo que es pasar por eso.