Las aventuras de Huckleberry Finn - Твен Марк (читать книги онлайн бесплатно полные версии TXT) 📗
—Ah, ?hay aranas aqui?
—No, senor, gracias a Dios que no, sito Tom.
—Muy bien, ya te traeremos algunas.
—Pero, por Dios, mi nino, no quiero aranas. Me dan miedo. Prefiero hasta las serpientes de cascabel.
Tom se quedo pensando un momento, y va y dice:
—Es una buena idea. Y calculo que ya se ha hecho alguna vez. Tiene que haberse hecho; es logico. Si, es una idea fenomena. ?Donde la tendrias?
—?Tener que, sito Tom?
—Hombre, una serpiente de cascabel.
—?Por todos los santos del cielo, sito Tom! Pero es que yo si veo que entra aqui una serpiente de cascabel salgo volando por esa pared de troncos, aunque tenga que romperla a cabezazos.
—Hombre, Jim, al cabo de un tiempo ya no le tendrias miedo. Podrias domesticarla.
—?Domesticarla!
—Si, es facil. Todos los animales agradecen los gestos de carino y las caricias; ni se les ocurriria hacer dano a una persona que las acaricia. Lo puedes ver en cualquier libro. Intentalo, es lo unico que digo; intentalo dos o tres dias. Puedes hacer que al cabo de poco tiempo te quiera, que duerma contigo y no se separe de ti ni un momento; que te deje ponertela en el cuello y meterte la cabeza en la boca.
—Por favor, sito Tom… ?No diga esas cosas! ?No puedo aguantarlo! Me dejaria que le metiera la cabeza en mi boca, ?como un favor, verdad? Apuesto a que tendria que esperar mucho tiempo antes de que se lo pidiera yo. Y, ademas, no quiero que duerma conmigo.
—Jim, no seas tonto. Un prisionero tiene que tener un animalito de compania, y si nunca se ha probado con una serpiente de cascabel, puedes alcanzar mas gloria por ser el primero en intentarlo que de cualquier otra forma que se te pueda ocurrir de salvar la vida.
—Pero, sito Tom, yo no quiero esa gloria. La serpiente va y le muerde en la barbilla a Jim, y entonces, ?donde esta la gloria? No, senor, no quiero hacer nada de eso.
—Maldita sea, ?no puedes intentarlo? Solo quiero que lo intentes… No necesitas seguir adelante si no sale bien.
—Pero el problema se acaba si la serpiente me muerde mientras yo lo estoy intentando. Sito Tom, yo estoy dispuesto a intentar casi cualquier cosa que parezca razonable, pero si usted y Huck me traen una serpiente para que la domestique, me largo, eso se lo aseguro.
—Bueno, entonces dejalo, dejalo, ya que te pones tan terco. Podemos conseguirte unas culebras y atarles unos botones en las colas y hacer como que son serpientes de cascabel; supongo que tendremos que contentarnos con eso.
—Eso lo podria aguantar, sito Tom, pero maldito si no podria arreglarmelas sin ellas, le aseguro. Nunca habia comprendido que esto de estar preso fuera tanto lio.
—Bueno, siempre lo es cuando se hacen bien las cosas. ?Hay ratas por qui?
—No, senor, no he visto ninguna.
—Bueno, te traeremos algunas ratas.
—Pero, sito Tom, yo no quiero tener ratas. Son los bichos mas asquerosos que hay, y se le suben a uno encima y le muerden en los pies cuando esta tratando de dormirse. No, senor, prefiero las culebras, si es que hace falta, pero nada de ratas; no me gustan para nada, y lo digo de verdad.
—Pero, Jim, tiene que haber ratas… Lo dice en todos los libros. Asi que no armes mas jaleo con eso. A los prisioneros nunca les faltan ratas. No hay ni un solo caso. Y las domestican, las acarician y les ensenan trucos, y asi aprenden a ser de lo mas sociable. Pero hay que tocarles algo de musica. ?Tienes algo para tocar musica?
—No tengo mas que un peine de madera, un pedazo de papel y un birimbao, y no creo que vaya a gustarles mucho un birimbao.
—Seguro que si. A ellas les da igual la clase de musica. Un birimbao resulta fenomeno para una rata. A todos los animales les gusta la musica, y en las carceles les encanta. Sobre todo, la musica triste, y con un birimbao es la unica musica que se puede tocar. Siempre les interesa; salen a ver que te pasa. Si, te va a ir muy bien, lo tienes todo. Lo que hace falta es que te sientes en la cama por las noches antes de dormirte, y que por la manana hagas lo mismo y toques el birimbao; toca «Se ha roto el ultimo eslabon», que es lo que les encanta a las ratas, y cuando lleves tocando dos minutos veras que todas las ratas, las serpientes y las aranas y todo eso empiezan a preocuparse por ti y salen. Y vendran todas a hacerte compania, y lo pasaran estupendo.
—Si, supongo que ellas si, sito Tom, pero, ?como se lo va a pasar Jim? Que me ahorquen si lo entiendo. Pero si es necesario lo hare. Calculo que mas vale tener a los animales contentos y no andar con problemas en casa.
Tom se quedo pensando si faltaba algo, y al cabo de un momento va y dice:
—Ah, se me ha olvidado una cosa. ?Crees que podrias criar una flor aqui?
—No se, pero a lo mejor si, sito Tom, aunque aqui esta bastante oscuro y no me vale de mucho una flor, y me iba a resultar muy dificil.
—Bueno, intentalo de todas formas. Ya lo han hecho algunos otros prisioneros.
—Calculo que aqui podria crecer uno de esos barbascos que echan colas como un gato, sito Tom, pero no mereceria la pena ni la mitad del trabajo que daria.
—No lo creas. Te traeremos una pequenita y la plantas en ese rincon y la vas cultivando. Y no la llamas barbasco, sino pitchiola, que es un nombre que hace muy bonito en una carcel. Lo mejor es que la riegues con tus lagrimas.
—Pero si tengo montones de agua de la fuente, sito Tom.
—No necesitas agua de la fuente; lo que hace falta es que la riegues con tus lagrimas. Es lo que hacen todos.
—Pero, sito Tom, yo puedo criar un barbasco asi de grande con agua de la fuente, mientras que con las lagrimas apenas crecera.
—No se trata de eso. Hay que hacerlo con lagrimas.
—Se me morira, sito Tom, seguro que si; porque yo casi nunca lloro.
Asi que Tom no sabia que hacer. Pero lo penso y dijo que Jim tendria que llorar todo lo que pudiera con una cebolla. Prometio que iria a las cabanas de los negros y le pondria una en secreto en el cafe de Jim por la manana. Jim dijo que prefiriria que pusiera tabaco en el cafe, y puso tantos problemas con aquello, y con lo del trabajo y el problema de cultivar el barbasco, lo del birimbao y las ratas y lo de acariciar a las serpientes y las aranas y todo lo demas, encima de lo que tenia que hacer con las plumas y las inscripciones y los diarios y todo aquello, que dijo que estar prisionero era lo mas dificil que habia hecho en su vida, hasta que Tom perdio la paciencia con el y le respondio que habia recibido mas oportunidades que ningun prisionero del mundo para hacerse famoso y sin embargo no sabia agradecerlo, y que con el no se podia hacer mas que perder el tiempo. Asi que Jim dijo que lo sentia y que no volveria a portarse igual, y despues Tom y yo nos fuimos a la cama.